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viernes, 5 de enero de 2007

Tradiciones

Tradiciones

(Después de las 16 páginas de ayer, he decidido dejarlos descansar un poco con dos textos muy, muy cortos.)

El día de hoy, un listado de las tradiciones que en nuestro entorno se han ido perdiendo y que en la vorágine de tecnología y urbanidad se adelgazan y se nos escapan, como en la entrada de un hoyo negro, hasta que llegue el irremediable día en que no quede nada de ellas, más que el negro profundo, el vacío, el recuerdo que a la larga ya no será recuerdo y sólo dejara al ignominioso olvido de lo que por tantos años fuimos y nos dio identidad... ojalá que no se pierdan:

- Las tremendas fiestas de tornaboda en los pueblos... que llegan a ser hasta de 8 días.
- Los juegos de canicas y la posibilidad de sostener esas esferitas de vidrio entre los dedos a contraluz con el sol, como si te asomaras a otro mundo.
- Las piñatas hechas en casa... y las posadas.
- Poner el altar de día de muertos, hacer una pequeña oración por nuestros difuntos y al otro día comer los dulces, con la fruta como si lo que era nuestro y ya no fue por una noche, sea un regalo de los que nos precedieron en esta vida.
- Las serenatas para decir con voz de otro cuanto se desea a la amada.
- Regalar flores y poemas como prueba de amor.
- Las ferias, para subir a un carrusel, buscar la suerte con juegos que por unas monedas te prometen la ilusión de un premio, mientras comes un algodón de azúcar, para sólo llevarte un montón de risas en la memoria.
- Los vestidos típicos engalanados con flores multicolores y bordados únicos, que hoy en día las muchachas cambian por jeans y ropa comercial.
- Cantar de viva voz los corridos revolucionarios... que son una visión fidedigna y fantástica de lo que sucedió en esos días.
- Comprar en el mercado, como lo hicieron nuestros antepasados desde la época prehispánica...
- Contar leyendas, bajo las estrellas.
- Usar chiqueadores, cuando te duele la cabeza y preguntarle a las abuelas cómo es que curaban a los niños con las plantas del jardín.
- El trompo, el balero, y las rondas infantiles en las tardes de verano.
- La trova, los sones y los huapangos resonando en distintos rincones de nuestra patria...

Pero no sólo eso... en nuestros días también se han comenzado a perder acciones que más que tradiciones han sido el resultado de la convivencia entre humanos por miles de años, sobre todo en las grandes ciudades, y a veces me hacen preguntarme si es que en realidad vamos para adelante en nuestra evolución o nos hemos dejado seducir por la tecnología y el hedonismo para dar también pasos hacia atrás, con los que dejamos en ocasiones de:

- Comer con la familia y pasar un rato agradable
- Saludar a los vecinos y conocerse unos a otros
- Ayudar a los demás

Sin embargo, la respuesta a estas preguntas, el tiempo y sólo el tiempo será el que nos las entregue con el correr de los años, para bien o para mal.

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Si quieren conocer un poco más acerca de México y sus tradiciones, hay una revista que me gusta mucho y hace reportajes de distintos lugares de este bello país, de su gente y de sus tradiciones, se llama “México Desconocido” y la página en internet es la siguiente:

http://www.mexicodesconocido.com.mx/espanol/index.cfm

Pueden dar un click en secciones como “naturaleza” e “historia” para que echen un vistazo a México y se enamoren de este país, tanto como yo.

1 comentario:

FerGil dijo...

En mi opinión (muy discutible, por supuesto) las tradiciones verdaderamente importantes se conservarán, y aquellas que se consideren superfluas desaparecerán. Por supuesto, siempre hay nostálgicos que piensen que el pasado siempre fue mejor, que la felicidad de antes no se compara con la esterilidad del hoy, pero en realidad, ni el pasado era tan bello como lo recordamos ni el presente tan gris como nos lo pintan. ¿Qué tal la hermosa tradicón moderna de platicar todas las semanas con parientes que viven en otro país? (Impensable en la era del correo postal de mi mamá, cotidiano para mi era del internet)