Cada mujer es como una mariposa... las hay de muchos colores, diferentes en su aspecto, en donde viven y en lo que cada una busca en su momento. Pero indudablemente seres únicos e irrepetibles y sea que tengan o no conciencia de ello, con la belleza por dentro y por fuera como fracción escencial en el momento de su creación.
Sus alas... son sus brazos y en ellos contienen al arco iris entero y lo saben desplegar en un abrazo sincero, matizado de ternura o de pasión, según sea el caso.
No importa que a algunas de ellas se les hayan lastimado sus alas, en uno o varios instantes de su vida, las más de las veces, las mariposas a pesar de ser frágiles, encuentran el modo de seguir adelante, la fortaleza para reponerse.
Tengo la certeza de que la grandeza del universo se puede observar también en las maravillas cotidianas, como las mariposas, como en una mujer, en una madre de familia o en una flor.
Y a quienes aún no han desplegado sus alas... no importa, siguen siendo hermosas; lo suyo es sólo cuestión de tiempo y de decidirse a ser la mujer que siempre han soñado ser.
Este año, en vez de flores... muchas mariposas y bellos colores en este día internacional de la mujer. ¡Felicidades!
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Todas las imágenes son del fotógrafo Alberto Rot, cuyo trabajo me parece excepcional.
Su página en internet:
http://www.pbase.com/rotalbar
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