Querida Julia:
¿Sabes?, los insectos han existido en este mundo desde antes que los humanos, cuentan que hace muchos, muchos años había libélulas gigantes que apenas rozaban al vuelo la superficie de los lagos para beber agua.
¿Las puedes imaginar?... con sus hermosos colores bañados al sol y sus alas reflejando el arcoiris del agua mezclada con la luz del día.
Lo cierto es que hay insectos buenos y malos, unos hermosos y otros horripilantes y alguno que otro con cierta magia.
¿Has visto las luciérnagas cuando la tarde se hace noche?, salen de entre los prados de hierba crecida, o a la sombra de un árbol, que conforme se oculta el sol se hace oscuridad completa.
No se te ocurra molestarlas, si lo haces no te cumplirán un deseo...
En relidad son hadas buenas y justo en ese instante en que el sol desaparece, son los tres segundos precisos en que te podrán conceder cualquier deseo que imagines.
En ese momento su magia se concentra y las verás bailar de contentas, porque están esperando que alguien se acerque con cuidado y en silencio, hasta quedarse quietecito, cerca de ellas, sin hacerles daño.
Si siguen brillando, a pesar de tu presencia, es la señal inequívoca de que escucharán lo que les quieres decir.
Entonces deberás susurrar aquel sueño que anhele tu corazón; muy bajito, para que sólo ellas lo puedan escuchar. Una vez que hayas hecho esto, te puedes marchar con la fe absoluta de que tu deseo se hará realidad.
Ellas vibran en un estado de energía diferente al nuestro, por ello no verás sus diminutas ropas, ni el polvo de hadas... simplemente su brillo fugaz en medio de la penumbra.
Nunca intentes atraparlas para verlas de cerca, pues eso hrá que se conviertan en un insecto incoloro cuyo trasero brilla intermitentemente y no podrán volver a su forma original, aunque las vuelvas a poner en libertad.
También deberás tener cuidado de las hadas malas, que no quieren que los niños sigan creyendo en las hadas buenas... ellas harán todo lo posible para que no consigas tu deseo.
Estos pequeños seres malignos salen también al atardecer, te molestarán, te gritarán al oído para que salgas corriendo sin poder decirle nada a las haditas buenas. Y si no te vas de ahí, puede que te hieran con sus pequeñas lanzas.
A ellas tampoco les podemos ver sus pequeños vestidos negros, ni sus armas, pero ellas son aún más vulnerables; con sólo verlas, dejan de ser hadas y se convierten en horribles zancudos.
Gracias al cielo, hoy en día cada vez más niños pueden hacer realidad sus deseos, no importa cuan pequeños o grandes sean, pero deben armarse de valor.. no temerle a los insectos, ah... y usar repelente para mosquitos.
Aún así, los demás insectos que no son mágicos... pues andan por ahí. Trata de dejarlos en su ambiente natural y no te molestarán.
Para bien o para mal, humanos y bichos debemos convivir en este mundo, pero cada cual tiene su lugar.
Lo cierto es que aveces ellos tienen más miedo de uno... ¿te imaginas ver a un gigante descomunal y tratar de detener el vuelo, para no chocar con él?
- ¡Aaaaaaaaayy!... ¡Cuidaaadoooo!... ¡ahí voooy! (posiblemente les escucharíamos decir eso, cuando nos atravesamos en su camino)
Los libros a veces sirven para espantar al miedo, si te animas a leer alguno que verse sobre insectos, sabrás cuáles de ellos no te harán nada y de quienes tendrás que correr con sólo verlos de cerca u oírlos.
Por lo pronto... ya sabes el secreto de las luciérnagas, pero no podrás decírselo a nadie más, hasta que les hayas pedido un deseo.
No tienes que ir solita, ellas entienden el esfuerzo que hacen los niños, cuando los insectos les asustan.
Así que anímate con la compañia de una amiga o de tu mamá y un buen repelente y espero que tus más grandes sueños se hagan realidad.
Con cariño...
Rita.
1 comentario:
Esta relindo...que lindo tu relato...
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