Querido mar:
Hoy te veo azul, acerado, triste como yo. Furioso, encerrado, haciendo remolinos que azotan tu ser…Ciclones, gritos ahogados que se rompen a la orilla de algo más.
Callado, donde no hay más que decir, coronado por la niebla que esconde tus pensamientos y una vida infinita en tu interior.
Mar de tiempos desconocidos, de pasados secretos y aventuras sin par, de alegrías pasajeras. Impredecible, como siempre.
Mar, mi querido mar, todo pasa.
Todo pasa y sólo quedamos en esta playa infinita, al borde el uno del otro… tu y yo.
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