¿Cuántas veces sucede?, que en la vida de cualquier persona se presenta una pausa inesperada que le hace detener los pasos y reiniciar la jornada desde una página en blanco necesaria y obligada.
Comúnmente se dice que se tiene otra oportunidad, que es como volver a nacer o volver a vivir.
Hay a quienes les pasa una sola vez; desafortunadamente a algunos les llega ese momento, demasiado tarde. Cuando ya no hay mucho por hacer, cuando quienes importaban ya se fueron, cuando el envase al que llamamos cuerpo, ya no aguanta lo suficiente como para realizar alguna empresa de larga jornada.
Supongo que para otros esa oportunidad de conciencia les llega cada día.
Algunos más, optan por la catarsis recurrente... después de cierto tiempo, como un simple "refresh" en el ordenador.
Lo difícil es cuando son situaciones externas las que afectan a la conciencia interior, las que le permiten a una persona darse cuenta, de cosas que en el fondo son terriblemente sencillas.
Esas situaciones pueden ser extremadamente buenas o malas, o simplemente diferentes a la cotidianeidad del individuo. Por lo que podemos repasar como detonantes, desde un enamoramiento, llegar a una meta, tener un hijo, sufrir una enfermedad, un accidente, o aquellos casos de quienes se despiertan un día... y su almohada sostiene, además de su cabeza despeinada, la clara conciencia de todo en su vida; o se ven de pronto al espejo, después de una ducha y ya no se reconocen a sí mismos, han pasado los años y no se dieron cuenta (hasta ese momento); por lo que en escasos 10 segundos, se dan cuenta de todo lo demás que ocurre en sus vidas.
A pesar de que darse cuenta es importante y es el primer paso necesario para todo (tener conciencia), de nada sirven esos momentos de "lucidez extraordinaria" ante la existencia sin un segundo paso: la acción.
Y siempre que se realiza una acción, se obtiene un resultado
Estas acciones y resultados redireccionados hacia metas propuestas (que a algunos les gusta llamar propósitos), son los que van modificando la realidad actual. Lo más bello de este asunto, es que la diversidad de metas es tan variada como los individuos de este planeta; así que habrá quienes se planteen objetivos en el plano espiritual, otros en el amor, o en la familia, el trabajo, la diversión, etc.
Yo pienso que de verdad esas oportunidades de "volver a vivir", se presentan diariamente y cuando llegan algunos de esos detonantes de conciencia, pues simplemente son un recordartorio, pero resulta mucho más fácil cuando a partir de la tranquilidad se reflexiona y determinan decisiones de acción.
Queridos lectores, espero que en este 2009, encuentren la paz para direccionar sus actividades hacia sus verdaderos anhelos y que sea un año lleno de acciones y resultados positivos en favor de sus más grandes sueños.
Con cariño.
R.
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